Smart Factories

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El resultado de incorporar las tecnologías 4.0 a los procesos industriales, en el sector de manufacturing, son las Smart Factories o fábricas inteligentes. Los beneficios que consiguen las empresas industriales son la eficiencia (a nivel energético o de materias primas reduciendo costes), una mayor flexibilidad (con la oportunidad de personalizar los productos haciendo series cortas de forma eficiente) y la reducción de plazos (reduciendo el tiempo de espera del cliente).

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La maquinaria conectada puede controlar parámetros como la presión o la temperatura que pueden indicar problemas inminentes, las máquinas pueden detenerse antes de que se produzca la incidencia, avisar a un operario y que arregle el problema. También se puede hacer un mantenimiento preventivo de las máquinas. Se pueden evitar parones de la empresa debido a problemas y hacer el mantenimiento en menos sesiones de forma más eficiente. Además, favorece la planificación de uso de los activos y de recursos.

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Las nuevas capacidades de conexión y recepción e intercambio de datos permiten adoptar modelos logísticos inteligentes que aporten una visión en tiempo real de la cantidad y localización de la materia disponible, de esta forma se pueden asegurar los suministros y optimizar los envíos de forma que a la vez que se ahorran energía, tiempo y costes, también se mejora el servicio al cliente. La mercancía, al estar controlada durante todo el proceso de envío, está más segura en cuanto robos y pérdidas, además, se tienen datos sobre el estrés y temperaturas a las que la mercancía ha sido expuesta. Usando la información sobre tráfico y la previsión del tiempo para gestionar las flotas, se pueden adaptar los plazos de entrega haciéndolos más precisos.

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La combinación de la mano de obra humana con las máquinas permite combinar la flexibilidad y decisión basada en el contexto de las personas con la precisión en los resultados de las máquinas. Además, los sensores pueden aumentar la seguridad en los puestos de trabajo, como los detectores de gases. El perfil de trabajadores que necesitarán las industrias también cambiará, pasarán de necesitar mano de obra mecánica a personas que controlen la maquinaria, desarrollen los sistemas de comunicación y sepan gestionar la gran cantidad de datos con las que se tendrá que trabajar.